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Declararse insolvente es el primer paso para optar por la Ley de Segunda Oportunidad. De esta manera, las deudas difíciles de pagar pueden ser exoneradas o flexibilizadas, dependiendo de la situación. En este artículo se abordará todo lo relacionado con la insolvencia.

¿Qué significa declararse insolvente?

La insolvencia es un término que se utiliza cuando una persona no puede hacer frente a los pagos de cualquier deuda. Otra manera de interpretarlo es cuando un individuo o empresa gasta más de lo que ingresa mensualmente.

Por otra parte, existen situaciones donde la insolvencia puede declararse sin tener un balance negativo. Tal es el ejemplo de un trabajador que, a duras penas, puede pagar un alquiler y mantener a una familia con lo que ingresa.

¿Por qué una persona se declara en insolvencia?

La Ley de Segunda Oportunidad permite que las deudas impagables sean exoneradas, siempre que un juzgado lo considere así. También permite aplazar muchas de las cuotas en mora y flexibiliza la capacidad de pagos, únicamente en los casos donde los ingresos siguen siendo muy grandes.

Una persona que no está declarada como insolvente no puede optar por la Exoneración de Pasivos Insatisfechos. Sin embargo, para conseguirlo es necesario cumplir con algunos requisitos legales y demostrar que realmente no se gana lo suficiente para hacer frente a los acreedores.

¿Cómo se formaliza la declaración de insolvencia?

Resulta realmente sencillo: solo es necesario demostrar que no se cuenta con la suficiente solvencia para pagar las deudas. Estas son algunas maneras para demostrarlo:

  • Presentar facturas y gastos presentes en los últimos meses.
  • Demostrar el nivel de ingresos por medio de una libreta de banco.
  • Facilitar la documentación de todos los activos que se posean.
  • Acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad.

Este último es más un requisito que una prueba, ya que no existen motivos por lo que declararse insolvente si no es para buscar la protección del patrimonio.

Otra forma de declararse insolvente

Aunque resulte atípico, también puede existir la situación en la que no sea el deudor quien se declara insolvente por su propia cuenta. El acreedor también puede estipular que un deudor no puede pagar sus deudas.

Este mecanismo puede ser de gran utilidad cuando no se debe dinero a una sola entidad o persona. Sirve como un justificativo frente a los demás deudores, quienes posiblemente no desean declarar la insuficiencia económica para que el dinero adeudado sea pagado.

¿Cuáles son los beneficios de declararse insolvente económicamente?

En primera instancia, la insolvencia puede traer como resultado tranquilidad. De manera similar, apegarse a la Ley Concursal y todo lo relacionado con la segunda oportunidad puede traer como beneficio que:

  • Las deudas se exoneran en su totalidad (dependerá del nivel de deuda e insuficiencia).
  • Las cuotas a pagar sean mucho más flexibles.
  • Los registros de morosidad sean limpiados y la persona pueda optar por un préstamo, crédito o hipoteca en el futuro.

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